Tarde
es el ruido de los coches
tus zapatos de tacón invisibles
ausentes
por la casa
suenan tus pisadas ya tarde
en mi sueño de la tarde
por la ventana diviso dos aves distraídas
han perdido ya su rama
su nido han perdido
y tu canto acompasado me acompaña
son los pasos de tu baile
de un relevé atrevido
de mil razones para estar contigo
el viento que por la ventana filtra
el deseo siempre presente
tarde, como los trenes de mi pueblo
seguros de que llegaremos al destino
tarde, como los vuelos de palomas mensajeras
el conjunto de tus frases susurrantes
cierro las cortinas de velo traslúcido
sobre tus columnas de marfil rematadas
y en el centro de tu esencia
tarde, como el que llena el vacío
me elevo sobre tu espacio
ausente ya tarde.