causando un huracán de corazones,
provocando terremotos en mi alma?
Voló la mariposa hace mil vidas,
y fue hasta esta pobre vida nuestra,
que volcó almas, restañó platas en tus ojos,
acarició el roce de tus pestañas
mis labios presurosos.
Y su aleteo repentino
movió el viento entre tus dedos y los míos,
empujó mis manos a las tuyas,
promovió las miradas furtivas
y la piel fundida por debajo de la mesa.
Sobre la flor de tu cuerpo
la mariposa aleteó como un milagro,
una epifanía perfecta,
una resurrección de la esperanza,
y son los vientos de la fe
los que nos mantienen en vuelo.
Dicen que si una mariposa aletea en Tokio, sucede una tormenta en Nueva York.
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