Viento nuevo ondea mis cabellos,
sitio que desconocido ayer hoy es bueno,
rotos que han sido todos los sellos,
brisa cálida sorpresiva de invierno,
no es que este amor sea eterno,
tan sólo que es tuyo hasta los huesos,
para siempre mientras no sea cenizas,
de tu propiedad corazón hecho trizas,
pegadito con cinta adhesiva,
curado con besos de toda suerte,
con abrazos de almas que esquivas
van evitando el roce de la muerte,
no es que este sentimiento sea vano,
tan sólo que muero por tenerte,
por dejar en tu piel mi impronta de poeta,
grabar con tinta de china sobre tus párpados,
tatuar mi homonimia en tu espalda,
llevarte incrustada como piedra preciosa
en la corona de mi reino que sin ti es nada,
no es que este añorar de tu cuerpo sea fútil,
tan sólo es que por tenerte cada noche
sufre mi ansiedad de muerte repentina,
deseo por viajarte a pleno derroche,
y saberte mía, mi niña de luz matutina.
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