Duele el cuerpo
ahí donde se aloja el alma,
duele,
como espada que se clava,
y tu aliento desvanece
alivia
repara
dónde estás amada,
duele
al hablar, al cantar,
mientras intento respirar,
por eso me quedo en silencio
pero no creas que me ausento
sigo vivo
en los recovecos del dolor
sufrido
ay duele el cuerpo
ahí donde se aloja el alma.
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