dónde,
dónde llevo tus caricias a las cinco de la tarde,
dónde,
dónde tu voz que me alimenta,
dónde,
dónde pongo esos segundos de muerte infinita,
dónde,
dónde el calor de tu piel bendita,
dónde,
dónde dejo tus manos que me recorren de memoria,
dónde,
dónde los versos y estrofas que componen nuestra historia,
dónde,
dónde las ganas de gritar que no entiendo este amor,
dónde,
dónde las malditas dudas del tiempo y la distancia,
dónde,
dónde pongo entonces esta angustia de saberme tuyo,
dónde,
dónde los momentos mágicos de plenilunio,
dónde,
dónde pues te escribo con tinta de mi razón callada
dónde,
dónde estás palabras que sin ti no son nada,
dónde,
dónde dejo entonces vida mia mi orgullo denostado,
dónde,
dónde que todos sepan que no me hago a un lado,
dónde,
dónde te esperaré todos los días que me quedan,
a que me des de tu savia bendita,
a que me cubras con tu manto mi niña,
a que me digas palabras toditas
llenas de estas razones fortuitas,
a que me hagas el amor, mientras un verso recitas.
"Déjame escribirte en la piel detrás de tus piernas, que soy tuyo, para que todos lo sepan"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario