A dónde guardo el grito,
el golpeteo del alma mientras existo,
a dónde dejo el mito
y la historia que a contar no resisto,
qué ganas de llevarte por la calle
de la alegría,
qué ganas de darte un beso
bajo la sombra de un deseo,
del tiempo que nos depara,
¡ay noches que parecen solitarias!
pero el sueño misericordioso
viene contigo por las madrugadas,
me regala tu cuerpo de hada,
de luminoso rayo tu mirada,
y el susurro trás el oído
y el grito apagado de tu presencia,
qué ganas de saberme tuyo
a pesar de las ausencias,
qué ganas de que sigas siendo mía
sin importar motivos ni agendas,
novia mía, eterna de mis días.
1 comentario:
Espera la vida que viene... :D
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