Ibas como meciendo tus pensamientos,
como ola que golpeaba la orilla
de tus deseos,
sonriendo.
Sobre las líneas del ferrocarril,
cuidándote de los durmientes,
sorteando las piedras grandes
y las pequeñas,
sonriendo.
Y yo que me perdía en tu mirar,
en el abismo insondable
que siempre han sido tus ojos.
Cantando,
por lo bajo, con voz de sueño,
con murmullo que envuelve
y ata.
Te recuerdo así,
cuando las estrellas se contaban
con los dedos,
mientras el mundo iba creciendo
y con él, el sentimiento.
1 comentario:
:O !!
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