Ojos por almendros conocidos
diablos guardianes de mis sentidos
miradas que matarían por saber
lo cierto de nuestros labios malheridos
lluvia de negra finura sobre tus hombros
es la noche que llega con su vestido de gala
llueve sobre tu territorio de flores amarillas
de margaritas y girasoles benditos
espalda contrita, vientre ahuecado
me recibes como novia de atrio
de templo milenario
voces susurran palabras secretas
que no alcanzan a oírse
que las paredes han aprendido de memoria
que la llanura de tu cuerpo bendito
recibe como besos de amor fortuito
ojos que sonríen en la oscuridad
son mis manos las que te llevan
por caminos que aun no conocías
no hay madrugadas que no te sueñe
mía en la condición más pura
dueña y sabedora de tu poder de diosa
que me redime de mis deseos
todos.
1 comentario:
cada que te leo mi corazón da un vuelco.
st!
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