Buscar este blog

domingo, agosto 16, 2009

Célibe en Invierno VII

Ando yo paseando en las riberas de la demencia
A que subo al caballo de acero
que me lleva a mi destino,
acunado en los asientos de cuero
me siento grande, un ser divino.
A que cabalgo los caminos todos,
vencida la quietud de la mañana,
visones de guerra y visigodos,
lanzas, flechas, locura temprana.
A que llego a las riberas de tu río,
y traspaso con mi espada tu cauce,
cubro entonces tu cuerpo del frío,
antes de que la mañana avance.

No hay comentarios.: