La noche cuando te vas es eterna,
y mis ojos se van muriendo en cada trozo de mi desolación,
me estás doliendo,
en la ausencia que se aproxima,
en el espacio que dejan tus brazos,
en cada mañana que no despierto a tu lado,
y a cada momento de mis lágrimas de sal
se va desmoronando este corazón,
que no entiende motivo ni razón,
y en cada trozo va una espina
y cada espina se clava,
se vuelve una conmigo,
me faltas en la nostalgia del abrigo,
en los besos furtivos,
en los momentos idos,
la noche cuando te vas es eterna,
y mis manos se van perdiendo en la niebla de la añoranza,
cómo quisiera gritar mi dolor bajo este árbol de la desesperanza,
cómo decirte que no hay luna,
que no hay sol,
que no hay mañana,
la noche es eterna y mi dolor no alcanza.
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