"... nadie, simplemente nadie..."
Me mirabas como preguntándote si era posible vivir sin mí, al menos esa era mi apreciación en un primer momento, lo que mis ojos no lograron dilucidar fue rápidamente entendido por el corazón que se apretujaba en mi toráx como intentando salir desbocado. Te aseguro que jamás había latido tan de prisa, a velocidades que me eran desconocidas, temí por mi vida, o mejor dicho, no sabía que estando ahí se me iba la vida misma. Ahora, repensando en el anécdotario de nuestra relación, nos causa risa, nos miramos los ojos cómplices y ufanos, portadores de una verdad inexorable, de un secreto inexpugnable, ahora lo sé, somos parte de una visión cósmica del destino, no hay edades, ni límites para resucitar en medio de este sentimiento que se desborda como bien lo hacía Dalí en sus pinturas surrealistas, así es esto nuestro, bárbaro, entretejiendo cuentos de fantasía, pero tan real que no es posible que sea retado por la mentira, en el duelo de las químeras ésta gana todas las medallas, tienta la desventura, llama a la desgracia y sin embargo se limita a observar la infinita gracia de tu mirada sobre mi figura.
Me mirabas como preguntándote si era posible vivir sin mí, al menos esa era mi apreciación en un primer momento, lo que mis ojos no lograron dilucidar fue rápidamente entendido por el corazón que se apretujaba en mi toráx como intentando salir desbocado. Te aseguro que jamás había latido tan de prisa, a velocidades que me eran desconocidas, temí por mi vida, o mejor dicho, no sabía que estando ahí se me iba la vida misma. Ahora, repensando en el anécdotario de nuestra relación, nos causa risa, nos miramos los ojos cómplices y ufanos, portadores de una verdad inexorable, de un secreto inexpugnable, ahora lo sé, somos parte de una visión cósmica del destino, no hay edades, ni límites para resucitar en medio de este sentimiento que se desborda como bien lo hacía Dalí en sus pinturas surrealistas, así es esto nuestro, bárbaro, entretejiendo cuentos de fantasía, pero tan real que no es posible que sea retado por la mentira, en el duelo de las químeras ésta gana todas las medallas, tienta la desventura, llama a la desgracia y sin embargo se limita a observar la infinita gracia de tu mirada sobre mi figura.
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