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martes, noviembre 22, 2011

Es que no sé qué escribir

Como no sé más qué escribir

escribo que no escribo

con cada letra se me va un motivo

y en cada glifo esta ansia de vivir.


De renglón en renglón

de miradas furtivas

complicidades de histrión

muchas cartas dos heridas.


Dos canciones que de tanto tararear

he creído que son mías

y un millón de poemas tachonados

de recuerdos

es todo lo que me queda esta tarde

mientras tu ausencia se va haciendo grande

y tus voces y mis gritos y mi silencio y tu suspiro

en la noche que se avecina como tormenta

no es más que dos

dos que se extrañan a cada vuelta de esquina.


No sé si lo que escribo

es tan fuerte como yo, perdure

en el tiempo y la distancia dure

y es verdad no soy protagonista

sin historia no hay revista

ni memoria

ni biografía que permita

el atinado desazón que a mi alma embarga,

que no sé si las palabras

se hacen mías, se hacen largas,

como de  letanía

como de oración cuando la tarde aguarda.


Como no sé más qué escribir

apunto apresurado el canto mío

que me laven el cuerpo dios mío

de ilusiones de algarabías de desatinos

de sudores perdidos

de lágrimas de fluidos

que me laven el cuerpo y el alma

con su llanto de redención

las ánimas que purgan

el eterno desencanto.


Escribo que canto, canto que añoro

sobre las cicatrices viejas

van las heridas nuevas,

no nos queda nada más que pasar

nuestras lenguas sobre la experiencia

mística de haber fallado,

dos notas dos ausencias dos todos

los augurios que han hablado.