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martes, mayo 23, 2006

Conversación telefónica a la hora de comer

Ella: No esperaba que vinieras.
Él: no he venido, ya estaba aquí.
Ella: ¿Es verdad todo esto que me dices?
Él: no lo sabrás, si no te arriesgas nunca sabrás nada.
Ella: Deja que me quede entre tus brazos.
Él: lejos, muy lejos estás, porque el destino es incierto.
Ella: Deja que duerma el sueño eterno de los enamorados.
Él: antes de comer, me quedo entre tus manos.
Ella: y te construyes un camino hasta mi cuerpo.
Él: son las incongruencias de esta historia.
Ella: ¡cómo te extraño!
Él: deja, el tiempo cura y alivia.