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miércoles, noviembre 30, 2005

De nubes que no están y llueve

La quietud de mi alma
que antecede a la tormenta,
me atrapa, surge de mis poros,
toda piel, todo cuerpo.
La insistencia de esta calma
de nostalgias se alimenta,
me abraza,
cubre con su grito estridente
de silencio que mata.
Este momento de dudas,
de incesante incertidumbre
que arrebata.
Y bebo sorbos de esta verdad
que escapa,
se vuelve arena entre mis ojos,
que lloran por tu ausencia,
con llanto que no moja
y corrompe los sentidos.
He visto el futuro en tu sonrisa
de ángel divino y milenario,
bajo las sombra del fresno,
en los caminos de tierra
y en el verde quemado de pasto,
he visto el porvenir
como aquellas imágenes
del rehilete en la feria del pueblo.
La insistencia de mis ojos,
a los que les hace falta no verte,
y que te buscan por doquier,
que te encuentran donde sea.
Esta inquietante calma
que antecede a la tormenta.

sábado, noviembre 26, 2005

De amorosos fantasmas

Por cada noche cuando te vas,
por cada tarde de rojo sol,
mis ojos como mantos te cubren,
te aguardan:
a que aparezcas con la aurora,
a que despiertes bajo las sábanas
de este amor consciente.

A cada amanecer de tus ojos,
en cada sonrisa donde no estoy,
mis brazos que son dos almas,
que te alcanzan,
te hacen esta historia de desencuentros
y locuras todas.

Y duele tu ausencia flotando en el alma,
duele como cuchillada trapera,
como emboscada a media noche,
que no estés en medio de este ocaso,
para sonreirte toda,
para enamorarte en esta hora,
de martirio y desconsuelo.

Nostalgia eterna de amores postergados,
dónde guardo todo,
dónde guardo mis lágrimas de mar,
melancolía, añoranza, ignorancia de tu presencia.

Ansía mi cuerpo, el cuerpo tuyo.

miércoles, octubre 05, 2005

Hojas en el jardín

Ya hay hojas en el jardín,
es otoño,
hay ausencias en mi alma,
te vas una estación,
tarde de vientos fríos,
de cabellos engarzados
bajo cielos de azul eterno,
cerca, muy cerca de mi abrazo
se encuentra el firmamento,
no hay sutil lamento
ni lágrima que lo consuele,
hay hojas secas en el jardín
y en mi cuerpo deshojado,
de mis brazos como ramas
se desprenden estas líneas
de dolor apresurado,
hojas secas sobre el pasto,
es otoño,
y en mis tardes y mañanas
falta el sol de tu mirada.

lunes, octubre 03, 2005

Despertares

Abro los ojos,
En esta vida o en otra,
Y te miro sentada frente al jardín,
Sabedora de tu propia belleza,
Y conoces de la flor la rivalidad,
Y son hermanas, son como una sola.

Abro los ojos,
En esta vida y en otra,
Y te beso la frente con esperanza,
La misma que nos mueve,
La que me conduce en esta oscuridad,
Del sueño que es eterno, cuanto dura.

Abro los ojos,
En otra vida o en esta,
Y te encuentro dormida
Sobre una lecho de hojarasca,
Sonríes, te has ido y te quedas,
Como marea blanca, como luna llena.

Abro los ojos,
En otra vida y en esta,
Y te abrazo completa,
Te deseo como nunca
Y rozo tu presencia como mil plumas
Que dibujan la delgada línea
De tu esencia y tu figura.

Abro los ojos
Y te quedas conmigo en esta y otras vidas,
A llenarme de recuerdos la memoria,
A escribirme en los cuadernos tu historia,
Que es la misma de todos los días
Y es otra bien distinta por las noches frías.

martes, septiembre 13, 2005

Yo podría, sí podría

Yo podría regalarte mi risa para que bailaras en ella,
darte las mañanas frescas y las tardes nubladas
para que con ellas te hicieras un recuerdo,
podría dejarte mi voz y mis canciones de historias,
y también mis ojos que cada tarde te miran,
yo podría regalarte una casa hecha de mis manos
para que juntos la recorriéramos palmo a palmo,
podría sorprenderte con un ramo de girasoles,
tulipanes y margaritas rodeando tu cintura,
y despertarte con el aroma de un té de flores
para que te hicieras una frazada en las mañanas frías,
yo podría construirte un abrazo de sonrisas,
un poema de música de piano y viento,
para que en tus oídos sólo hubiera aliento,
y razones vivas para seguir existiendo,
yo podría decirte eternamente tantas cosas,
esas mismas que siempre te hacen sonrojar,
para que de colores pintaras tus caminos,
y de suspiros te haría un momento lento,
para abrazarme a tu presencia para siempre,
yo podría regalarte mis lágrimas y con ellas
tú confeccionarías un collar de piedras cristalinas,
y lo usarías en las tardes de fiesta,
y en las madrugadas de nostalgia te levantarías
sólo para verte en el espejo y estar segura
que nadie se lo ha robado, nadie se lo ha llevado,
yo podría cantarte una melodía en susurros,
para que durmieras tranquila las noches de tormenta,
y podría hacer un millón de cosas todas,
pero para eso tendrías que quedarte conmigo.

sábado, agosto 20, 2005

Tarde que te quiero

Tarde que te quiero en mis manos reposar,
bajo rayos de luz mis ojos andar,
tarde casi noche de mutilados gritos,
de incesantes gemidos y de mitos,
andes donde estés jugando a que vives,
rías con tu risa serena, franca y desgarbada,
tarde que me miras, tarde que me envuelves,
digo en un susurro esta historia desmemoriada,
y te miro durmiendo a mi derecha,
y quisiera llamarte por tu nombre,
y ahogo solo el grito incesante,
soportando en mi alma esta muerte de flecha,
de espada y daga que aniquila,
tarde no me digas tus razones de amante
a destiempo y otras vidas que no quiero repetir,
tarde que te quiero ahora en mis labios,
recorriendo tantos caminos vecinales,
tarde que te quiero entre mis brazos
mirándote a los ojos aunque me deslumbre
la realidad tan cruenta de esta utopía
de quedarme entre tus pliegues vida mía,
tarde que te quiero siempre.

viernes, agosto 19, 2005

Anda noche que me muero

Anda noche de lluvias como arrullos,
como golpes de susurro entre los muros,
como voces de hojas cayendo sobre mi sepulcro,
anda noche de alabastro y murmullos,
llévale esta nota de mi canto sorprendido,
cuéntale del morbo y la vergüenza adquiridos,
y deja que sonría mientras escucha tus gemidos,
que de lamento y bostezo estás hecha,
y yo te miro por lo bajo y me regocijo,
de esta sensación que vive, de este atrevimiento,
anda noche y dile que de brazos abiertos,
[como crucifijo]
la espero cada madrugada de presentimiento,
a que llegue cabalgando mis recuerdos,
y convierta en certeza los inciertos,
anda noche negra como mi esperanza,
ve vestida de fiesta y de luto,
envuelta en cantos de alabanza,
ataviada como danzarina del oriente,
a entregarle este sentimiento enjuto,
tristón y pendenciero,
pues mis días son los de un demente
que golpea su cabeza en el muro acojinado,
blanco eterno, casi burlesco y sincero,
anda noche de gota de agua y bartolina,
dile que aun llevo la espina
de este sino traicionero,
[anda que me muero]

lunes, julio 25, 2005

¿Cómo es posible que ahora?

Tardes grises, de lloviznas a deshoras,
de ausencia de abrazos
y hambruna,
y llanto pegado en el vientre del alma,
he buscado regalarte una mañana,
con sus rayos de colores deslavados,
con sus nubes blancas o su niebla,
y es justo a esta hora de mi presentimiento
que te me quedas clavada como hoja,
como muerte lenta, como diosa,
arcángel de premoniciones todas,
daga que pende sobre mi cabeza,
¿cómo es posible que ahora?
esta desmemoriada presencia,
este rechinar de dientes en noches
de deseos postergados,
estas manos que no encuentran,
y es ahora que me quedo aquí varado,
entre la inconsciencia y la desdicha,
en medio de la alegría entristecida,
como una paradoja del destino,
y son tardes ya las horas últimas que vivo,
grises de lluvia arrepentida,
de grillos cantando alabanzas a la noche,
de luciérnagas burlonas, de reproche
y ojos tras las hojas de los árboles
del bosque de tus cabellos ausentes,
¿cómo es posible que ahora?
añoro la perfecta armonía de tu piel,
la sincronía de tu espasmo en mis oídos,
la algarabía de tu sonrisa en medio de mis ojos,
el latido de tus labios en mis dedos,
la humedad de tu silencio en mi voz,
¿cómo es posible que ahora
este corazón te abrace como si en ello se le fuera la vida?


"Bésame el susurro que dejaste en mis oídos" (Montaner)

sábado, julio 23, 2005

Sobre estos vestigios

Sobre estos vestigios, ruinas de momentos viejos,
fundo mi morada, mi casa que es como tu luna,
también llena de ruidos, magia y sortilegios,
donde mis manos son tu causa y tu motivo,
de ilusiones y de mitos,
de cuentos hasta el cansancio relatados,
de otros tiempos, de otros cuerpos,
ya no dejo nada a la deriva
ni navego sobre mares de desesperanza,
ahora bien,
me convierto y es mi fe la que te construye de nuevo,
la que te encuentra siempre en los sueños,
sobre mi almohada de todas las mañanas,
donde he esperado tus ojos de auroras,
ángeles de alas como besos a estas horas,
cuando espero esas miradas,
y luces,
luces como minutos resplandecientes de recuerdos,
tan sólo nos queda el tiempo
que nos regala este destino tan incierto.

miércoles, julio 20, 2005

Llovió esta tarde

Llovió esta tarde sobre la ciudad,
a mares de nostalgia sobre mi cuerpo,
y la lluvia no ha borrado tus huellas
ni el camino que tu andar dejó en mi alma,
llovió esta tarde y extrañé tu abrazo
y el peso exacto de tu corazón
y tu voz diáfana, perfecta y mía,
a cada gota de melancolía
susurré tu nombre al cielo gris
y recé por este amor que no se olvida,
e imploré por este tiempo que te espera.
Llovió esta tarde sobre la cantera,
en los adoquines y balcones enrejados,
llovieron gotas como lágrimas
que liberaron nuestras almas de pecados,
llovió sobre la senda de nuestra historia,
sin difuminar caminos andados,
y la lluvia fue colectiva memoria
de todas nuestras vidas, de nuestros destinos
engarzados]

martes, julio 19, 2005

La noche callada de los tiempos

He visto tus ojos bajo el arco de un sueño
en la noche más oscura,
he visto la piel de tus manos grabada a fuego
sobre el destino que nos limita,
que nos sostiene.
He visto la lejanía de tu cuerpo,
la misma que nos sonríe tras la puerta,
bajo otro cielo, bajo otros techos,
la he visto y me ha hablado,
con voz de susurro moribundo,
con gritos estridentes de nostalgia,
de melancolía atada a tus recuerdos,
he visto, me ha llamado por mi nombre
mientras descubro que su voz es la tuya,
la misma de aquellas tardes de rojo sol,
he visto las marcas de tus manos
dibujadas en las mías,
y entonces he escrito en la cordillera de tu espalda,
sobre tu piel florida de momentos,
en los renglones de tu alma que me aguarda
desde la más lejana mañana de los tiempos,
he escrito, que de luces estás hecha,
y de pétalos constelaciones de colores,
y de selva tibia y mía,
esto mi niña es querer como te estoy queriendo.

jueves, junio 16, 2005

Lecciones

"Nada cambia si antes no cambia uno" (El control remoto)
"La cama es también para dormir" (Un insomne)
"Nunca digas nunca" (Un tipo llamado James Bond)
"Mi voz es para cantar mientras vivo" (Quizá Frank Sinatra)
"Mi esposa tiene un buen físico" (Albert Einstein)
"El tiempo sólo es un pretexto" (un comercial de Nivada)
"A mi lo que me revienta son las agujas" (un globo)
"Yo canto hasta que la gente deja de aplaudir" (Vicente Fernández)

Yo me pregunto para que me sirve todo esto, sino te tengo. (Rey Maldito a gritos)

martes, junio 14, 2005

Lunas menguantes

La luna lloró sangre esta noche,
con su único ojo entreabierto,
de mirada lánguida y cansada,
la luna derramó lágrimas rojas
mientras el viento mecía sus cabellos,
callada,
con la tristeza rompiéndole los labios,
luna insomne de ojos inyectados
de sangre, rabia, y desesperación,
luna menguante,
luna corazón,
luna dolor.
"Luna que se quiebra sobre las tinieblas de mi soledad" (Agustín Lara)

miércoles, junio 08, 2005

Cómo me dueles mujer

Cómo me dueles mujer
bajo la piel que te busca,
en medio de los dedos,
detrás de mi propia sombra,
en la línea de tu vientre
que se pierde,
que se entrega.
Cómo me dueles mujer
bajo el abrigo de otro árbol,
sentado en la escalera de piedra
donde un día nos miramos,
me dueles en las manos,
me dueles en las piernas,
me dueles como agonía eterna,
y mientras mi dolor se calla,
se esconde bajo una sonrisa,
yo te miro de reojo
caminar por este mundo,
y dejar en este cuerpo la esencia
eterna de tus pasos taciturnos.
Cómo me dueles mujer
en la terrible certeza
de haberte tenido.

Nostalgia sempiterna

Flores amarillas en tu cuerpo
y un campo de margaritas es tu espalda,
bosques de caoba tus cabellos,
y mi corazón desportillado por la ausencia.

martes, junio 07, 2005

Agónicos momentos

Quiero escribir que mientras vivo te respiro,
te espero y te deliro,
te busco bajo la sombra en la que me he convertido,
quiero escribir que nada es lo mismo
y lo mismo siempre es nada,
que sobre mi almohada
te lloro casi todos los domingos,
y los lunes y martes por la tarde,
y de igual manera los miércoles, jueves y viernes,
para descubrir que el sábado es terrible
eterno, circunflejo,
inesperado, de mis motivos el espejo
que desdibuja a trazos de lamento
esta semana cuando te deseo
y escribo que palabras de las tuyas muero,
a cada momento en que tu presencia
me ata, aniquila, exaspera el pensamiento.

"Hay momentos en que quisiera mejor rajarme" (José Alfredo Jiménez)

jueves, junio 02, 2005

Claroscuros

No me dejas alternativa, tengo que llamarte.
Bajo la sombra del desconsuelo, te recuerdo.
En el entrecejo de nuestras miradas, te espero.
Mientras tus ojos se vuelven llanto, te veo.
Tarde de presentimiento en tus manos nuevas.
Dame de tu luz razones para merecerte.
Y los huecos de tu corazón que ansían.
No me queda otra opción que desterrar el sentimiento.
Camino largo, camino nuevo, versos sin resentimiento.
Al tiempo que nuestras miradas se pierden,
los espinos del camino andado no son nada.
Déjame pues la posibilidad de llamarte por las noches,
de invitarte como acompañante de mi insomnio,
de pedir que tus manos como garras me mutilen,
porque no quedará cuando te vayas
hueso sobre hueso de esta humanidad callada.
Déjame entonces la incrédula mirada,
la sonrisa a medio terminar entre los ojos y la almohada,
el grito y el lamento de tu pasión acompasada,
la fuerza de tus piernas que aprisionan mis batallas,
el aroma a tu presencia que se cuela por los poros
de este cuerpo que te espera como novio en madrugada.
Por que no quedará cuando te vayas
piel sobre piel de esta humanidad atormentada.

"Noche de ronda, que triste pasas" (El Flaco de Oro)

lunes, mayo 16, 2005

Sin aliento

Yo quisiera recostar mi cabeza en tu vientre
y escuchar el tropel de una lejana cabalgata,
yo quisiera abrazarme a tu cintura
y descubrir que también conoces el camino,
encontrar en la razón que de tu voz emana
el gusto exacto de la fruta
que resbala en mis oídos
y quisiera ser de tu reloj:
minutero, manecilla y segundero,
para entregarte todo mi tiempo
en estas palabras sin aliento.

miércoles, abril 27, 2005

Efecto mariposa

¿Por qué voló ayer la mariposa
causando un huracán de corazones,
provocando terremotos en mi alma?

Voló la mariposa hace mil vidas,
y fue hasta esta pobre vida nuestra,
que volcó almas, restañó platas en tus ojos,
acarició el roce de tus pestañas
mis labios presurosos.

Y su aleteo repentino
movió el viento entre tus dedos y los míos,
empujó mis manos a las tuyas,
promovió las miradas furtivas
y la piel fundida por debajo de la mesa.

Sobre la flor de tu cuerpo
la mariposa aleteó como un milagro,
una epifanía perfecta,
una resurrección de la esperanza,
y son los vientos de la fe
los que nos mantienen en vuelo.

Dicen que si una mariposa aletea en Tokio, sucede una tormenta en Nueva York.

lunes, abril 04, 2005

Gritos desesperados

¡Cómo quisiera perderme contigo en una ciudad desconocida!
¡Cómo quisiera encontrarme contigo en una ciudad desconocida!
¡Cómo quisiera gritar tu nombre bajo un sol radiante!
¡Cómo quisiera susurrar tu nombre una noche de estrellas!
¡Cómo quisiera andar de la mano esta calle desierta!
¡Cómo quisiera besarte los labios en día de fiesta!
¡Cómo quisiera ser el viento y besar tus mejillas!
¡Cómo quisiera ser la lluvia que moja tus cabellos!
¡Cómo quisiera ser la risa que llena tus oídos!
¡Cómo quisiera ser el tiempo y detener tus motivos!
¡Cómo quisiera volverme loco y soñar contigo!
¡Cómo quisiera sensatez para envolverte con ella!
¡Cómo quisiera ser tus ojos y verte para siempre!
¡Cómo quisiera ser motivo y razón suficiente!

Navegante

Yo navego como naufrago
por tu cuerpo que es mi océano,
mar inconmensurable,
mar amable,
mar en calma,
yo despliego mis velas
ante el viento que me eleva,
que es tu voz,
que es tu mirada,
mar enorme,
misterioso,
mar de oleaje y alba,
soy mi barca
surco olas de cuerpo tuyo
y me lanzo,
viejo lobo de mar me dices
bajo el murmullo y la brisa de sal,
yo navego como aventurero
por tus costas
y fondeo mi cansada embarcación
en el muelle
que es tu corazón callado y santo.
"Tú, mi proa, mi timón, mi timonel, mi barco y todo"
Arjona

jueves, marzo 31, 2005

Volar

Quisiera que mis manos fuesen plumas
y poder volar hacia ti,
que mi ser entero como ave
emigre donde te encuentres.
Ser uno contigo siempre.

De otoños y recuerdos

Hojas, hojas muertas,
sobre el suelo yacen sus cuerpos
impasibles al tiempo y la derrota.
Manos, manos ineptas
que no encuentran entre dos
la razón de su pasión que explota.
Niebla, niebla que moja
las almas de los que caminan
entre espinosas mentiras.
Y te encuentro,
te abrazo,
me entrego por entero,
y las hojas cobran vida
mis manos te dibujan,
la niebla se disipa.
El sol, sol que sonríe,
aparece en nuestras vidas.

lunes, marzo 28, 2005

Deseos postergados

A veces deseo mudar hasta de piel,
olvidar el rastro de mi andar,
dejar que las aves se coman las migas de pan,
a veces busco borrar esta memoria mia,
terca, desesperadamente viva.
A veces deseo recoger mis lamentos
y guardarlos dobladitos en el bolsillo
trasero de mi pantalón.
Otras intento no pensarte,
antes bien te dibujo con líneas de nostalgia,
y luego sobre papel nuevo te reinvento.
A veces deseo una casa sin ventanas,
un cielo sin nubes blancas,
una pared sin cuadros ni fotografías,
otras me pierdo en el eterno blanco,
cristalino, límpido motivo de tu sexo,
y sueño que te espero,
para cubrirte de razones toda,
a veces deseo arrancarme la piel
para entregártela, en forma de regalo,
otras intento en mi mano mostrar
mi corazón que como una paradoja
vive y agoniza entre tus miedos,
a veces deseo ser aquel que te grita
en susurros de deseos,
y te atrapa entre sus brazos
de motivos nuevos,
a veces muero cuando ya te has ido
y entonces regresas para resucitarme,
como Lázaro de milagros ciertos,
como ave en tus manos que son vientos,
a veces deseo mudar de casa,
y llevarme todos mis recuerdos
hasta mi morada que es tu alma.


Anoche ya tarde dibuje tu cuerpo sobre la pared blanca de mi habitación.

domingo, marzo 27, 2005

Metáforas

Son tus ojos como flama,
como antorcha que quema
y mata.

Es tu ausencia como herida,
como dolor que se enterca,
y calla.

Es tu piel de margaritas
como campos floridos que sueño,
y muero.

Es tu voz como silencio,
como grito que ensordece,
y calma.

Son tus pies como causa,
como motivo para andar tus caminos
y besarlos.

Es tu presencia como figura exacta,
como luz que envuelve
y es guía.

Son tus manos como medicina,
como remedio para mis males

y desesperanzas.

jueves, marzo 24, 2005

Frases inconexas

Ándome yo paseando por los mares salados de tu llanto.
Título de una exposición de pintura que ya olvidé.

¡Cálmate mi Shumacher particular!
Mi hermano cuando alcancé los 160 km/hr.

¡No podrás ni levantarte!
¿Amenaza sobre la impotencia?

Se llama "Limas Lostas"
Dijo el huichol que vendía muñecas.

Te inventaste ese nombre.
Dijiste mientras sonreías con los ojos.

Lo dejaría todo porque te quedaras.
Chayanne en lo que puede ser su mejor interpretación.

sábado, marzo 19, 2005

Algunas cosas bellas 3

Tengo frente a mí un calendario que me dice que los días siguen, que son más de diez, que las horas y los minutos están ahí para iniciar su recorrido desgarrador de recuerdos mutuos. Tengo frente a mí tu fotografía sonriente y la memoria de tu rostro triste la última vez que nos vimos. Tengo un terrible vacío en medio del alma, una sensación de pérdida tan tremenda y tan cierta. Y mis manos aun te piensan, mi cuerpo aun siente tu cuerpo temblando bajo mi peso de amante de tus momentos furtivos, tengo tu voz resonando en mis oídos, tengo los te amo y los te necesito tan perfectamente audibles en mi mente que despierto en las madrugadas creyendo tenerte. Tengo tus ojos tan grabados bajo mis parpados que cada vez que los cierro te sueño, y tus miradas llenas de ti y de toda tu presencia, tengo hasta tus lágrimas de rabia e impotencia contra este destino tan cruento. Llevo tus pasos en mi andar, llevo tus brazos en mi tardes de frío, tengo tu calor bajo mis sábanas, y mi espalda lleva tu pecho a fuego grabado.
Tengo hasta tu presencia y allá en donde estés no estás contigo, no estás con nadie porque te has quedado conmigo y conmigo estarás siempre.

¿Por qué el amor te hace escribir estas cosas?

viernes, marzo 18, 2005

Con un dejo de tristeza

Hay días en que me molesta
escribir sobre la tristeza,
sobre los minutos perdidos
sentado en alguna cantina.

Porque escribirle a la tristeza,
es como abofetear a la realidad,
a la verdad que no es triste sino
simplemente no tiene remedio.

Hay tardes desesperadas,
tardes en las que te veo que te vas,
llevándote contigo tu bolso,
tu presencia, tus pasos perfectos.

Porque escribirte es mejor,
decirte aquí en mis cuentos,
en mis leyendas viejas,
recrearte con cada palabra.

Por eso te dedico mis sonidos,
mis caligrafías, mis mudas respuestas,
mi olvido postergado para siempre,
mi cuerpo de arena que desemboca.
Hay noches en que detesto esta vidaque no es vida sin tu presencia.

De idas y venidas

Te vas a ir, me voy a ir... entre tantas idas y venidas se me va la vida...
y sí, sí es albur, pero así es la vida.

jueves, marzo 17, 2005

Por venir a verte

"Hoy me amenazaron(sic) por venir a verte, dicen que si vuelvo encontraré la muerte"

De un rancho a otro
Vicente Fernández

miércoles, marzo 16, 2005

Algo en mis sueños

Soñé que mis brazos eran alas,
mi cuerpo sobre el viento andaba
soñando que soñaba
con tus brazos que eran mis alas,
soñé que despertaba
mientras mi cuerpo volaba,
soñé mientras despertaba que caía
y tus brazos alas me salvaban,
desperté mientras soñaba,
y un sobresalto volcó mi alma,
te miré a los ojos mientras despertaba
sonreíste y supe entonces que volaba.

martes, marzo 15, 2005

Clichés sobre la muerte

La muerte es cabrona, sobre todo cuando te elige pero no te lleva, cuando posa su mirada fría y socarrona en tus ojos y te guiña como diciendo: ya te vi.

Nada se comparaba con el placer de fumar después de que a uno lo madrearan. Luego pensar en la muerte mientras ves un ataúd es el cliché más obvio de la mente.
Muertos como aquel los había visto en muchos lados, años atrás en su época de estudiante de medicina se robaba los cuerpos sin dueño de los cementerios y los cocinaba a fuego lento en un tonel con cal y pencas de savila, con la firme intención de luego armar un rompecabezas con los doscientos seis huesos.
Pero no estaba muerto, ni andaba de parranda, ninguna pendejada de esas.
Una vez muerto nadie escuchará tus gritos.
...Alberto siguió andando, fumando de su Lucky con cierto recelo hasta de su sombra, no en vano había vuelto de la muerte el muy cabrón, como una imagen surrealista, como cuadro de Dalí, derritiéndose por los bordes, saliéndose del marco de la pintura que era la vida.
Descubrí el arma guiñándome con su ojo único bajo la almohada, el tambor vacío. Y una sensación de muerte segura cosquilleándome las manos.
A veces deseo largarme de mochila y nada,
entre las manos llevarme solo los motivos.

Noticia 3

"Estas en todas partes y tu esencia lo cubre todo y luego cada cosa que hago y que pienso esta llena de ti y de tu presencia"

¿Por qué duele tanto tu ausencia?

Globalización

Anoche cené seis fresas y una barra de All-Bran de Kellogg´s, ¿será tan globalizada mi cena?, las fresas eran de Irapuato, la barra de Querétaro.

lunes, marzo 14, 2005

Noticia 2

Conversación telefónica (a deshoras)

Yo: Deberías dejar que me quede colgado de tu cintura
Ella: ¿qué hago yo llevándote como un lastre por las calles?
Yo: No te duele mi ausencia como a mi la tuya
Ella: ¿cómo sabes lo que pienso antes de que diga nada?
Yo: Ausencia de palabras mudas de resentimiento.
Ella: ¿por qué no me das un nombre?
Yo: Tengo miedo de encontrarte entre los pliegues de mis sábanas.
Ella: ¿es dolor esto que siento?
Yo: Esto mi niña es querer como te estoy queriendo.

Lamento a los minutos que no pasan

Pasan los minutos
como caracoles revestidos de luto,
y más allá de la ventana
la negrura perpetua se dibuja,
define las hojas blancas:
persiana de recuerdos.

Pasan los minutos
como arañas con ropas de muerte,
a ocho patas de lentitud que hiere,
y sobre mi cama
una silueta que pretende ser tu cuerpo
vuelve su esencia:
grandeza de misterios.

Pasan los minutos
como gotas de agua por el grifo,
surtidor de tristezas siempre abierto,
y después de la puerta y picaporte
tu fantasma me provoca escalofríos.

Pasan los minutos
karma de mil vidas contigo,
a pagar dijo una voz de delirio,
y siguió su camino sobre piernas mutiladas,
alma de su propia alma que se muere.

Pasan los minutos
como arena de reloj yaciente,
y la mano que con éste juega
regodea sus sentidos sobre la herida,
dedos que se encarnan en dolores.

Pasan los minutos
como palabras que prologan el deseo,
los minutos que hechos de segundos
siempre te han pertenecido.
A pagar dijo la voz y se fue perdiendo.

Pasan los minutos
como vocecillas que invitan al suicidio,
no hay veneno hoja de gran filo
que tu boca diciendo imposibles:
postergación del desencuentro.

Noticia 1

La Reina Madre se ha ido esta tarde, acostada en su litera, dando tumbos por el camino que lleva a su condado.

La Reina Madre se ha ido y yo puedo escribir tranquilo, sentado frente al balcón mirando al cielo.