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lunes, marzo 14, 2005

Lamento a los minutos que no pasan

Pasan los minutos
como caracoles revestidos de luto,
y más allá de la ventana
la negrura perpetua se dibuja,
define las hojas blancas:
persiana de recuerdos.

Pasan los minutos
como arañas con ropas de muerte,
a ocho patas de lentitud que hiere,
y sobre mi cama
una silueta que pretende ser tu cuerpo
vuelve su esencia:
grandeza de misterios.

Pasan los minutos
como gotas de agua por el grifo,
surtidor de tristezas siempre abierto,
y después de la puerta y picaporte
tu fantasma me provoca escalofríos.

Pasan los minutos
karma de mil vidas contigo,
a pagar dijo una voz de delirio,
y siguió su camino sobre piernas mutiladas,
alma de su propia alma que se muere.

Pasan los minutos
como arena de reloj yaciente,
y la mano que con éste juega
regodea sus sentidos sobre la herida,
dedos que se encarnan en dolores.

Pasan los minutos
como palabras que prologan el deseo,
los minutos que hechos de segundos
siempre te han pertenecido.
A pagar dijo la voz y se fue perdiendo.

Pasan los minutos
como vocecillas que invitan al suicidio,
no hay veneno hoja de gran filo
que tu boca diciendo imposibles:
postergación del desencuentro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pasan los minutos
y se vuelven horas
algunas vuelan
otras... atesoras

Pasan los minutos
como llama ardiente
quemando lentamente
el instinto de tu alma

Pasan los minutos
pero el tiempo se detiene
eres tú?
o es que anoche te soñé?