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viernes, mayo 28, 2010

Escúchame a pesar del ruido

Escúchame a pesar del ruido,
siente mi eterno latido
como tic-tac de reloj herido,
hemos sido lo que hemos sido.

Háblame entre la gente,
dime lo que se siente
clava profundo el diente
incisivo del placer paciente.

Tócame a pesar de la distancia,
recuerda como fue la estancia
donde me tuviste con ansia
y yo me reía por pura arrogancia.

Provócame un grito silente,
de respiración ausente
que mi piel deje presente
el recuerdo que no te miente.

Sosténme en tu cuerpo todo,
que sabes quererme a tu modo
así durmiendo codo a codo
haciendo de tu vientre mi recodo.

Cada quien su cárcel

Cada cual tiene su cárcel personal
todas las cárceles que poseen su verdad.

Behold los grandes políticos
con su cárcel de impunidad,
behold las grandes prostitutas
con su cárcel de diablo sexual,
behold las tiernas niñas
con su cárcel de ingenuidad.

Cada cual tiene su cárcel personal.

Ahí están las muchachas locas
con su cárcel de ansiedad,
ahí van los hombres maduros
con su cárcel de obviedad,
ahí las adolescentes
con su cárcel de saciedad.

Cada cual tiene su cárcel
y es de su propiedad.

Hombres angustiados, babeando
como lobos sin piedad.
mujeres negando la húmedad
bien dispuestas a iniciar
ahí van todos,
gimiendo hasta explotar.

De palabras que no entendí

Ojos por visores nuestros.

A destiempo.

Ha llegado el sentimiento.


Vuelta de tuerca.

Historia que se repite.

La nuestra.


Momentos indicados.

Adoraciones pospuestas.

Desgarros de alma.


Tardes de impaciencia.

Llamadas sordas.

En brazos de Morfeo.


Dolores inexplicables.

Palabras que desentiendo.

Descubro que sí.


Del sin sentido amor.

Del deseo que no merma.

Te lloro.

Duelo.

viernes, mayo 14, 2010

Azorada

No es que el tiempo parezca que se muere,
es que el sol se va poniendo anaranjado
y las nubes de un violeta ensangrentado
son presagio de la noche que no quiere
verse menos en la hermosa oscuridad,
pero en mi cuerpo hay esta oquedad,
precisa muestra de la nostalgia,
como del alma dolor y lumbalgia,
vivo con las dagas del desamor
clavadas como álfileres
sangrante la piel y el escozor
de saberme tuyo en los placeres,
y es que extraño de la luz el toque,
la mirada exacta que se queda
como símbolo grabado a retoque
entre la verdad y fantasía que pueda
componer una alegoría
a esta azorada vida mía.

martes, mayo 11, 2010

Dónde

Dónde pongo tus miradas a la una de la tarde,
dónde,
dónde llevo tus caricias a las cinco de la tarde,
dónde,
dónde tu voz que me alimenta,
dónde,
dónde pongo esos segundos de muerte infinita,
dónde,
dónde el calor de tu piel bendita,
dónde,
dónde dejo tus manos que me recorren de memoria,
dónde,
dónde los versos y estrofas que componen nuestra historia,
dónde,
dónde las ganas de gritar que no entiendo este amor,
dónde,
dónde las malditas dudas del tiempo y la distancia,
dónde,
dónde pongo entonces esta angustia de saberme tuyo,
dónde,
dónde los momentos mágicos de plenilunio,
dónde,
dónde pues te escribo con tinta de mi razón callada
dónde,
dónde estás palabras que sin ti no son nada,
dónde,
dónde dejo entonces vida mia mi orgullo denostado,
dónde,
dónde que todos sepan que no me hago a un lado,
dónde,
dónde te esperaré todos los días que me quedan,
a que me des de tu savia bendita,
a que me cubras con tu manto mi niña,
a que me digas palabras toditas
llenas de estas razones fortuitas,
a que me hagas el amor, mientras un verso recitas.
"Déjame escribirte en la piel detrás de tus piernas, que soy tuyo, para que todos lo sepan"

Agobio el desencanto

"The heart wants that the heart wants"

Grises tardes que rememoran otros tiempos
sobre el viento frío de la noche que ya viene
en el murmullo del canto del grillo
bajo el humo de un cigarrillo,
negro cielo sin estrellas que me miren
agobio el desencanto, decepción maldita,
el manto de la desesperanza cubriendo
lo que queda de este cuerpo marchito,
y camino estás calles que de tanto andarlas
me las sé ya de memoria,
y recorro las esquinas, los recovecos
de esta desazón tan mezquina,
deja entonces de tejer en tu mente
telas de araña pensamientos vanos,
deja ya de pensar
y sólo atiende al corazón
que te habla con voz de susurro y viento,
vuelve a tu alma el aliento,
y comprende que no hay más
que lo que el corazón siente y quiere,
que este cuerpo sin ti se muere.

jueves, mayo 06, 2010

En silencio mientras grito tu nombre

"En esas tardes de sauna improvisado"
los ojos como brasas
en fuegos que no cesan,
sempiterno,
terco consumidor de recuerdos,
sensaciones cálidas
vuelven cada tarde,
por la espalda y bajo el vientre,
anidando sus razones.
el incesante y tenaz sonido
subeybaja de los sentidos,
luces tras los ojos de fuego furibundo,
de estruendo
respiraciones entretenidas de misterios,
bocas que ansían retribución.
tus dedos
tus dedos dejando huellas,
lento me estoy quedando,
lleno con mi aliento de la vida
lento entre los pliegues de tu memoria.
respiro.