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lunes, marzo 01, 2010

Delirio

No hay como la hoja blanca

testigo cierto de la ausencia de todo,

no hay como la pluma tinta china

estruendo de verdades escritas sobre la piel

de la hoja que muda de color.



Sempiterna añoranza

sólo me queda el sueño plácido

de los desválidos,

dónde andarán los territorios

recorridos,

la altanera alabanza de tu campo

florido.



Quiero beber de la savia

de tu cuerpo, oh árbol herido,

de la grieta el sacrificio ofrendar

a los dioses del futuro incierto,

quiero comer del fruto cierto

del pecado que no es nada

sino leyenda urbana para

atormentar a los caídos.



No,

luna llena de marzo

déjame aquí tendido

a la espera del abrazo de mi amante

que vendrá, lo sé,

cuando todos hayan partido.



No me lleves luna

no te quiero aun bajo mi sino,

antes deja que el motivo de mis noches

de desvarío

grite a voces de delirio

el ansía eterna de tu cuerpo divino.

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