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viernes, abril 09, 2010

Setecientas treinta razones

Guardo en el baúl de las buenas memorias
los momentos gratos,
las buenas historias,
los que fueron de lluvia a ratos,
los de noche,
las mañanas tibias en descampado,
los minutos idos en el coche,
los suspiros en el corazon estampados,
guardo,
esas tardes con el balcón cerrado,
nuestras almas una sola,
tus ojos profundos viendo de lado,
tu sonrisa como faro en la ola
que nos lleva a la isla del deseo,
guardo todos los motivos,
las despedidas,
los encuentros,
las peleas y los desencuentros,
la reconciliación bendita
y las ausencias malditas,
pero como amante agradecido
llevo todas tus palabras grabadas
en mi piel a fuego vivo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Sobre el papel declaro que te extraño cada amanecer, cada atardecer.....
que te extraño siempre!!