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jueves, diciembre 17, 2009

Por saberte mía

No me dejas alternativa alguna,
te busco bajo mi piel
que una vez te tuvo de guarida,
de refugio en la tormenta del deseo,
te busco pero no te encuentro,
desánimo que se apodera de mi alma,
cómo extraño los días de antaño,
la voz que me buscaba hace un año,
tu esencia de mujer que era mía
con más frecuencia que el alimento
para cada día,
y no surge gratuito el sentimiento,
se apodera de mi razón,
se envuelve en el corazón
que contrito se desvela por resistir,
no pretendo para nada insistir,
volverme un asiduo del reclamo
no es lo mío,
aguanto callado el vendaval de la noche,
el huracán de los sentidos que amo,
el temporal del temido hastío,
es verdad,
te extraño como añoro lo que era un día,
tu cuerpo desnudo sin ningún pretexto,
nuestras almas amándose en la oscuridad,
con el vuelco del corazón como contexto,
con los lugares cotidianos como escenario,
no hay tal, días como aquellos no vendrán
a alimentar nuestra vida de nuevo,
los tiempos han cambiado, me digo en silencio,
pero no lo quiero,
ansía mi cuerpo el cuerpo tuyo,
el calor que de tu vientre emana,
la mirada cómplice de quien sabe que ama,
no quiero el remordimiento,
ni la certeza de saberte lejana,
ni la incertidumbre de lo posible.

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